Acogimiento / Adopción
En numerosas ocasiones, en los procesos de acogimiento familiar y adopción surgen dificultades que requieren un abordaje psicológico especializado.
Muchos de los niños y niñas que se encuentran en acogimiento o adopción han padecido historias previas de maltrato y desprotección que han influenciado de manera directa en su desarrollo. En todos los casos, han tenido que afrontar la ruptura de sus vínculos de apego primario, esto es la separación de sus padres biológicos. En otras muchas ocasiones, han vivido también situaciones de desprotección y desamparo. Esto tiene su expresión en la vida diaria a través de problemas de adaptación, desfases en el desarrollo madurativo, dificultades escolares, familiares, sociales, los cuales necesitan ser abordados sin perder de vista el origen de los mismos.
De esta forma, la atención de estas necesidades requiere de profesionales especializados capacitados para evaluar, acompañar y abordar las dificultades que surgen en los procesos adoptivos desde una orientación que tenga en cuenta las necesidades y características de estos niños y niñas.
Nuestro modelo terapéutico se articula en torno a varios ejes:
- Una primera evaluación completa y exhaustiva de todas las áreas de funcionamiento, que se lleva a cabo tanto con el niño/a como con sus referentes parentales, que nos permita establecer unos objetivos claros y definidos en los que basar el tratamiento terapéutico.
- Un trabajo coordinado con los padres adoptivos/acogedores, en el que éstos fortalecen y afianzan sus recursos y capacidades, a la vez que refuerzan en casa el trabajo realizado en las sesiones de terapia con el niño o niña.
- La reparación del daño traumático del niño o niña provocado por las situaciones de desprotección a las que estuvieron expuestos , así como las consecuencias que éstas han podido tener en su desarrollo.
- Facilitar y potenciar las capacidades de resiliencia de los niños y niñas.
Trauma
El hecho de que una situación perturbadora tenga un impacto traumático en la persona no lo define la situación en sí misma, sino las circunstancias concretas en las que ocurre, así como los recursos con los que la persona cuente en ese momento.
De esta forma, el trauma psicológico puede darse en cualquier momento de nuestra vida, incluso antes del nacimiento, y el impacto de éste tiene una incidencia directa en la capacidad del sistema nervioso de la persona para afrontar situaciones futuras.
Esto, en un futuro puede tener muy diversas expresiones: desde dificultades para regular las emociones, dolores y enfermedades físicas, crisis de ansiedad, fobias, problemas de atención, … Pero, sobre todo, se produce un daño importante en la percepción que la persona tiene de sí mismo y del mundo que le rodea, afectando también a su sentimiento de seguridad, limitando de manera significativa su bienestar y calidad de vida.
También existen los llamados “traumas ocultos”, aquellos que en principio podrían ser valorados como poco importantes para un observador externo, pero que al sobrepasar los recursos de la persona afectada, producen un daño significativo. Ejemplos de estos pueden ser duelos (desde la muerte de una mascota o un familiar cercano, separaciones y divorcios, cambios de domicilio, colegio, …), intervenciones quirúrgicas, enfermedad, accidentes domésticos, acoso escolar, separaciones temporales de sus padres/cuidadores, violencia familiar (gritos, golpes, críticas constantes, aunque no sean dirigidas a su persona), … Este tipo de situaciones afectan de manera especial en los niños/as, debido a sus necesidades de protección y seguridad, que deben ser cubiertas por al menos un adulto competente. Cuando este adulto no ofrece la protección y seguridad que el niño necesita, las situaciones difíciles a la que tenga que hacer frente el menor pueden impactar de manera traumática en él, afectando al desarrollo de su cerebro, así como a su sentimiento de valía y su capacidad de adaptación a todos los niveles.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que el trauma puede manifestarse en cualquier momento de la vida de la persona, a pesar de haber acontecido muchos años atrás, a partir de una nueva experiencia intensa o vital (separación, accidente, pérdida de trabajo, duelo, nacimiento de un hijo, …). Puede producirse entonces una reactivación de la sintomatología traumática, agotando los recursos de la persona y colapsando el sistema interno.
Psicología Perinatal
¿Qué es la psicología perinatal?
El embarazo es una etapa única de desarrollo y conocimiento personal, donde la mujer conecta consigo misma y con el bebé que crece dentro de ella.
Son muchas las expectativas, planes, ilusiones, emociones que se desprenden de este proceso.
A su vez, es un período de mayor vulnerabilidad, en el que son frecuentes las dudas, miedos y emociones contradictorias por los nuevos desafíos que se presentan.
La psicología perinatal es un área de la psicología que se centra en acompañar, sostener e intervenir a través de la relación y el proceso psicoterapéutico sobre los aspectos psico-afectivos que pueden aparecer en esta etapa vital. Comprende los siguientes procesos: preconcepción/concepción, embarazo, parto, postparto, lactancia, pérdida gestacional, duelo perinatal y crianza.
¿Qué hacemos?
Desde un enfoque integrador buscamos favorecer el bienestar emocional, prevenir posibles dificultades e intervenir sobre ellas. Consideramos imprescindible cuidar la díada madre-bebé desde el inicio de la gestación y favorecer el apoyo de la pareja, para promover el vínculo de apego.
Psicología Infantil
La infancia es una etapa importantísima en la vida de las personas, donde se produce un continuo crecimiento y desarrollo de las capacidades cognitivas, físicas, afectivas y sociales de los niños y niñas. Es por esto que pueden darse dificultades que bloqueen este desarrollo y generen malestar en los niños y en su familia.
La psicoterapia infantil es un área de la psicología especializada en esta etapa de la vida de las personas, promoviendo el bienestar personal, familiar y social de los niños y niñas desde sus primeros años hasta la adolescencia.
Para ello, la metodología se adapta a la etapa evolutiva en la que se encuentre el niño o niña, tanto a nivel de comprensión y maduración, como en la metodología utilizada. Así, a través del uso de pruebas diagnósticas, técnicas proyectivas, juego terapéutico, es posible adentrarnos en el mundo interior de los niños para poder realizar una evaluación completa e individualizada del problema que nos permita elaborar un plan de tratamiento adecuado a cada situación.
Por otro lado, nuestro modelo de trabajo requiere la participación activa de los padres en todo el proceso, considerando esto un aspecto de vital importancia en el éxito de la intervención.
¿Cuándo pedir ayuda?
- Dificultades sociales, retraimiento, timidez.
- Dolencias o problemas físicos que persisten tras descartar causa médica.
- Dificultades en la gestión emocional y/o control de impulsos.
- Problemas de autoestima.
- Miedos, fobias que dificultan la vida diaria.
- Bloqueo o retroceso en el desarrollo evolutivo.
- Acontecimientos vitales que pueden suponer un impacto psicológico en el niño o niña (separación de los padres, duelo, enfermedad, accidente, cambio de domicilio,…)
- Problemas de conducta.
- Dificultades escolares o de aprendizaje.
Otros servicios
Estos son todos nuestros servicios, pero si necesitas psicoterapia de adolescentes, jóvenes adultos y/ familias te atenderemos en centro Erytheia.
Si tienes dudas, te ayudamos.
Avda. Ana de Viya n° 3, oficina 301. 11009 Cádiz
Centro Sanitario autorizado en la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía con número de identificación (N.I.C.A.): 57873